Huyen de Guadalupe y Calvo: Familias escapan de balas y violencia

En un intento desesperado por preservar sus vidas, varias familias del municipio de Guadalupe y Calvo, en el estado de Chihuahua, han comenzado a huir ante la ola de violencia que azota la región.

No se trata de un éxodo masivo, sino de grupos que salen en silencio, utilizando servicios de transporte informal para llegar a lugares más seguros. La capital del estado, Parral, Cuauhtémoc y Juárez son algunos de los destinos escogidos.

La situación para quienes se quedan es igualmente crítica. Las tiendas locales padecen de escasez de productos y los precios se han disparado, complicando aún más la vida en la comunidad.

Muchas familias, al llegar a destino, dependen de la hospitalidad de familiares para conseguir techo.

Ante este panorama, se planea realizar colectas para ayudar a quienes han salido de sus hogares, un esfuerzo que requiere de la solidaridad de muchos. Activistas locales también han solicitado apoyo gubernamental para crear un sistema de donaciones más organizado.

Mientras tanto, una parte significativa de los habitantes permanece en sus casas, con temor a los peligros del exterior.

Adultos mayores cuidan a los más pequeños, mientras los jóvenes intentan encontrar trabajo, a menudo en la industria minera, con poco éxito en regresar a sus familias debido al conflicto persistente.